CATFISH EN LA RED


Sabemos que os apasiona el inagotable ímpetu con el que nuestro ya conocido protagonista, "el calvo", intenta ligarse a esa pobre damisela en apuros, quien ya no sabe cómo librarse de él. 

¿Conocéis Tinder? Esa red social en la conoces a gente para una amistad y... ¡cuidado! No es oro todo lo que reluce y, a veces, no debes fiarte de todo lo que ves. Aquí, os traemos una desafortunada situación en la que se ha encontrado Paula, nuestra protagonista, y que los ha enfrontado a ambos.




Harta ya de musculitos de gimnasio, "prometelunas" y "sacaclavos", Paula ha decidido recurrir a la aplicación Tinder para ver si ahí tiene suerte con el amor. Para su sorpresa, con sólo deslizar una primera vez sus uñas de gel hacia la derecha ha encontrado su primer match. ¿Miguel? Paula se mantiene escéptica y piensa que debe ser un desesperado... pero un desesperado muy guapo, todo se ha de decir. Démosle una oportunidad a este maromo.



Tras una semana de conversaciones hasta las 6 A.M, los dos tortolitos han decidido citarse en un banco solitario en el parque de al lado de casa de Miguel: no existe mejor lugar que ese para consumar su amor. Hoy, es el día de verse cara a cara y determinar si su relación debe continuar o no.



Esperando sentada en el banco, Paula avisa a Miguel de que ya ha llegado. Al ver la hora, un sentimiento de pánico la envuelve: son las 16:01h y ya llega un minuto tarde. Está convencida de que le ha dado plantón. Sabía que no era buena idea quedar con él... Paula no puede más y decide abrirle por chat.



Pero lo que Paula no sabía es que "Miguel" ya llevaba rato observándola...



... Paula voltea la cabeza para el otro lado y, horrorizada, descubre la verdad de la situación; la verdad del supuesto Miguel. Camuflado (sin éxito) tras un triste manojo de laureles, "el calvo" la acecha con la mirada propia de un lince a punto de atacar a su presa. Se mantiene firme en su posición. Tiene las ideas claras y su objetivo localizado. Esta vez, no fallará. Ha venido para quedarse.



Sin creer ser visto, "el calvo" se aproxima poco a poco, dispuesto a retener entre sus garras a Paula y triunfar en su cita. Sin embargo, no ha tenido en consideración dos sutiles detalles:

1. Paula hace rato que se ha percatado de su inesperada y desafortunada presencia
2. Paula está entrenada. Paula corre 30 minutos en la máquina de correr del gym, tres veces por año



La pobre chica echa a correr como una gacela huyendo despavorida de su cazador. En pleno parque, se produce una escena que ni el National Geographic ha logrado capturar. Nuestra protagonista busca desesperadamente una mirada amigable y grita con la esperanza de que alguien la socorra. El silencio es la única respuesta. Abrumada por la tensión y el medio, Paula se deshace de su móvil. 




En este intento de huida, bloquear y dejar atrás todas esas conversaciones con el falso Miguel es la única manera de sentir que, por fin, se ha desecho de "el calvo". Por el momento, esos 70 gramos y medio que pesa su móvil es el único peso del que ha logrado librarse. ¿Logrará huir realmente de "el calvo"...?







Yo soy un Coco Loco. ¿Y tú?

Comentarios

Entradas populares